Se esfuma en la noche

Mujer que se esfuma en la noche al igual que la luna entre los árboles, mientras se pierde entre aquellas invisibles estrellas, me pierdo yo. Volteé mi cuerpo a comprobar si aún podía verla y ahí estaba, la luna también viró, en ese preciso instante, en ese preciso segundo, se cautivó mis ojos de la luz de la luna y ella se cautivó de su propio reflejo en mis ojos, como si fuera fortuna.

Milagros, la más bella y hermosa.

Abuela, algún día nos encontraremos, no sé si como almas en el cielo o como flores en el campo, pero prometo ser feliz, juro luchar por mis sueños y hacer locuras con las que sonreír, pues cuando nos reencontremos, quiero poder contarte todas mis aventuras y tener una vida de la que puedas sentirte orgullosa. Y sé que para ti, tu orgullo es que yo sea feliz. Te quiero siempre.

Si dejas de reír, pierdes.

Hay que ser irresponsable, pero por vocación. ¿Irresponsable por vocación? A veces necesitamos escapar de la realidad, pausar las preocupaciones, olvidarnos del entorno y dejar atrás todo lo que rompa nuestra paz interior. En definitiva, romper con nuestro ser. Y para eso no hay mejor medicina que la risa, reír locamente por cualquier insensatez, lo importante es no dejar de hacerlo, pues será cuando estemos rotos por dentro.

Cada vez pienso más y me arrepiento de ello.

Este mundo es una mierda, es simple, es así.
Un mundo lleno de desigualdades sociales, de forma muy extrema, niños muriendo todos los días de desnutrición, mientras el resto del mundo tiran comida a la basura a diario.
Un mundo donde aún hay paises que no tienen acceso a vacunas, mientras aquí tenemos un sistema sanitario que nos cubre, y una amplia lista de vacunas a las que podemos optar.
Un mundo donde hay niños que tienen acceso a drogas, y todo un sinfín de mierdas, antes que tener acceso a un libro.
Un mundo donde aún existen dictaduras, y paises tercer mundistas, mientras aquí vivimos en democracia.
Un mundo donde hay millones de personas sin un techo donde dormir, ni un suelo libre de infecciones y bichos, mientras los demás se preocupan por si el suelo tiene moqueta o tiene cableado de calefacción.
Un mundo donde existen niños que su primer juguete es una navaja o una pistola, mientras existen niños que no saben ni que pedir más porque ya tienen de todo.
Un mundo donde hay acceso a la educación, a aprender, a labrarse un futuro, y otros que tienen que resignarse a ser explotados por una mierda de «sueldo» en situaciones precarias, desde niños, teniendo una puta esperanza de vida de unos 30 años.
Aunque en realidad no hace falta irse al tercer mundo para ver muchas de las cosas, aquí, en mi España, también ocurre.
¿Qué mierda nos pasa? Tenemos «todo» lo que ellos sueñan. Y no lo aprovechamos, no lo valoramos, lo desprestigiamos, y lo usamos mal.
Y lo peor de todo es que la sociedad, nuestra sociedad, va a peor, ves como padres celebran a los niños cumpleaños y comuniones de la categoría «boda» y pensando para colmo que es poco. Que premian a los niños por aprobar de milagro, enseñándoles así la ley del minimo esfuerzo. Cocinando a la carta y tirando si dicen no querer o no gustarles. Saturando nuestro sistema sanitario con falsos dolores y mentiras. Quejándonos porque nuestra calefacción no sea suficiente potente, en vez de ponernos una manta. LLenando a los niños de regalos en fiestas señaladas para acabar al final en la basura porque están saturados de juguetes y tienen creatividad cero para jugar. Donde en vez de fomentar a leer, a dibujar, a las artes, se fomenta a los juguetes electrónicos y tv para que estén callados. Mientras otros cogen infecciones y enfermedades en el tercer mundo, aquí no hay huevos de enseñar a los pequeños que los mayores no somos esclavos ni chachas porque preferimos hacerles las camas y tenerlos consentidos.
¿Y después nos quejamos? ¡Si estamos creando las peores generaciones! y somos culpables de ello. En el futuro tendremos el pais que nos merecemos.
Hay que concienciarse e involucrar a las generaciones que nos siguen, que valoren lo que tienen, que respeten lo que tienen, que disfruten de lo que otros ni pueden soñar que existe.
Haganse voluntarios en otros paises, acojan a un niño, enseñen correctamente a los vuestros, y si vuestros valores de vida son una mierda no se lo enseñeis, queredlos de verdad y haced que sean buenos, y si no los quereis dadlo en adopción o a un colegio o a otra familia, antes de que su futuro sean las drogas o la delincuencia. Enseñenles el gusto por la música clásica antes que enseñarles el reggaeton, que no aprendan a «perrear» tan pronto que da vergüenza, mantened su inocencia lo más que podais. Decidles un día que recojan su plato, o decidles a algo que no sea coherente que no s, y dejar así de ser esclavos de vuestra propia creación. Enseñadles que el mundo es duro y que ellos son AFORTUNADOS, enseñadles a que no se quejen de lo mucho o poco que tengan.
Pero primero empecemos a hacerlo en nosotros antes que en ellos. Prediquemos con el ejemplo.

Alea iacta est

Todas las noches soy cualquiera, preparo la cama, propino masajes a la almohada hasta conseguir una forma cómoda, me acuesto de lado y me tapo, con la mejor de mis conciencias, la conciencia en paz y tranquila de que hago las cosas bien. Aun asi mis noches se hacen largas y mis sueños se convierten en pesadillas. Me han desvirgado mi paz interior, pero sobretodo, me han desvirgado mi inocencia. Bendita inocencia que en antaño poseía mi ser. Inocencia irrecuperable. A pesar de esos enturbiados descansos en la noche, puedo gritar ser fuerte. Una fortaleza de la que sigo disponiendo, a pesar de ser cambiante. Antes, fortaleza para cerrar los ojos, tragar saliva, y soportar todo el mal peso sobre los hombros de una manera pasiva. Ahora, esa fuerza se ha vuelto activa, porque ahora no puedo cerrar los ojos. Simplemente me siento mas fuerte que nunca, y capaz, capaz de luchar hasta extremos inimaginables, con la misión de poner a cada uno en el lugar que le corresponde. Porque no hay peor fuerza y decisión que la que se toma cuando has perdido el miedo y la inocencia, cuando sientes que te has vuelto a perder, después del esfuerzo inhumano realizado por encontrarte, ya sólo te queda luchar, ganar y recuperar. Pasando a un plano personal. Se dice callar como puta, mientras luchas, y ganar, porque en esta vida no importa las batallas o caidas por el camino, lo que importa es la batalla final, la que hace que vuelva la paz y todo vuelva a su orden.

Conciencia: Primer Amor

De repente, te paras a pensar y efectivamente, no eres quien creías que eras. Tan cierto como que simplemente no eres, porque te vas modelando con el paso del tiempo.
Todo empieza de algún modo…. Acuérdate.
Y ahí empezó todo, justo cuando vuestros caminos se cruzaron, esa mirada de un segundo, la sonrisa efervescente de un segundo…, aparentemente el mundo se ha parado exclusivamente para ustedes. Despierta, vuelve.
Transcurren los días, y aquella magia de un segundo, se convierte en parte de tu vida, ¿o quizás en tu vida entera?
Esa mirada y esa sonrisa se convierten en la suavidad de una mano que te roza, en un abrazo que te protege, en palabras de infinito amor, en caricias que te aíslan; y sí, …te has enamorado, sin planearlo. Quizás, ésa es la única vez en tu vida, que te enamorarás sin previo aviso.
Estamos hablando del primer amor, el cual, puede definirse en una palabra: INTENSIDAD. No había nada tan real.
Todo acaba, y lo único que queda es su esencia.
A partir de ahí, todos tus nuevos proyectos de amor, son la mera necesidad de volver espiritualmente a aquel segundo en el que te sentías morfina de su piel. Hasta que te acabas dando cuenta, que nadie te devolverá a ese lugar, no volverás a correr detrás para evitar su pérdida, no volverás a temblar, no volverás a desear una llamada con la tanta intensidad, no volverás a escaparte, no te volverás en cada esquina mirando hacia atrás……En definitiva, no volverás. Ni volverás allí, ni volverás a ser la misma persona de esos momentos.
Ya no eres quien eras, pero ese amor, se queda en momentos eternos.
Aquella magia de un segundo se esfumó, y en el transcurso de tu vida, escapas de tu realidad, y durante un segundo, recuperamos parte de lo que fuimos.
Tenemos que “desaprender” ¿Pero qué diablos es eso? Cuando aprendes a perder a alguien una y otra vez, se vuelve liviano, se vuelve rutinario, y no lloramos pérdidas de futuros amores. Eso es miedo a sufrir. Pero a veces, hay que saltar al vacío, con los ojos cerrados, y justo eso es “desaprender”.